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La ley del mercado de valores fija las prescripciones de la responsabilidad en caso de fraude: tres años para la recuperación de lo invertido por datos erróneos y omisión de información; cuatro años para la nulidad de los contratos por las mismas causas; y quince para la resolución de la operación por incumplimiento de lo pactado. Por eso, algunos juristas apuntan a que en mayo de este año prescribe la responsabilidad, el menos, en uno de los supuestos, ya que fue en mayo de 2012 cuando se descubrió el verdadero estado de Bankia.